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Soul Cap, el gorro de natación para pelo afro vetado en Tokio 2020, pendiente de su aceptación final

soulcap

Los Juegos Olímpicos de Tokio iban a introducir por primera vez gorros de natación adaptados a los peinados afro. Pero el organismo mundial que regula los deportes acuáticos se ha mostrado contrario a uso porque según ellos,“no siguen la forma natural de la cabeza”. Aunque las reacciones en contra de su prohibición han provocado que la Fina (la Federación Internacional de Natación) reconsidere su postura.

Porque hay voces que defienden que este tipo de gorros animaría a las personas de color a nadar de manera profesional para las competiciones. El caso es que el denominado como Soul Cap está siendo muy polémico antes de que se confirme su empleo o no en los JJOO.

«Fina se compromete a garantizar que todos los nadadores tengan acceso a trajes de baño adecuados para la competición sin que éstos les confieran una ventaja», ha explicado el organismo.

Estos gorros están diseñados para personas con rastas, pelo rizado, trenzas, afro o cualquier look capilar que les ralentiza en el agua. Por lo que estos gorros son fundamentales para la alta competición si no se quiere renunciar a una estética determinada.

Kejai Terrelonge, una nadadora británica de 17 años, ha reconocido que el cuidado del cabello es una de las muchas barreras que enfrenta como nadadora negra. “Los gorros de natación diseñados para el cabello afro pueden reducir las barreras a este deporte para los grupos minoritarios”, ha defendido Swim England, que ha recordado que los deportistas si pueden usar los Soul Cap en el Reino Unido.

Y es que esto ayudaría a fomentar la práctica de deportes acuáticos de niños y niñas de todas las razas. Según un informe de Sport England de enero de 2020, alrededor de 29,3% de los niños británicos blancos se inician en la natación, en comparación con el 21,9% de los niños asiáticos y el 20,1% de los niños negros.

Michael Chapman y Toks Ahmed-Salawudeen, fundadores del Soul Cap han agradecido el apoyo recibido tras la oposición de la Fina a su uso en Tokio 2020. “No pensamos que (la natación) fuera un deporte para nosotros, porque no era una cosa entre nuestros amigos y no fue alentado por nuestra escuela ni por nuestros padres”, reconocen.

No fue hasta el 2017 cuando se iniciaron en este deporte. Y a raíz de ver a una mujer negra con pelo afro que tenía dificultades para colocarse los gorros existentes, pensaron en diseñar uno que se adaptase mejor a todo tipo de cabellos. Ahora solo falta que el máximo organismo internacional lo acepte para los Juegos Olímpicos y cualquier competición en todo el mundo.

Fuente: https://www.niusdiario.es/

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