En 2021 se celebró por primera vez, el 31 de agosto, el Día Internacional de los Afrodescendientes. Con esta celebración, se pretende promover las extraordinarias contribuciones de la diáspora africana en todo el mundo y eliminar todas las formas de discriminación contra los afrodescendientes.
Los días internacionales reflejan los valores que comparte la sociedad. Todos los seres humanos nacen libres e iguales en dignidad y derechos y tienen el potencial de contribuir constructivamente al desarrollo y al bienestar de sus sociedades. Toda doctrina de superioridad racial es científicamente falsa, moralmente condenable, socialmente injusta y peligrosa. Debe ser rechazada, junto con las teorías que intentan determinar la existencia de razas humanas separadas.
Las Naciones Unidas condenan enérgicamente las continuas prácticas violentas y el uso excesivo de la fuerza por los organismos encargados de hacer cumplir la ley contra los africanos y los afrodescendientes. Condenan el racismo estructural en los sistemas de justicia penal de todo el mundo. La Organización reconoce además que la trata transatlántica de esclavos es uno de los capítulos más oscuros de nuestra historia humana y defiende la dignidad humana y la igualdad.
Antecedentes
En 2020 llegamos a la mitad del Decenio Internacional de los Afrodescendientes. Si bien se han logrado algunos progresos en los planos legislativo, normativo e institucional, los afrodescendientes aún sufren formas interrelacionadas y complejas de discriminación racial, marginación y exclusión. Cinco años después del inicio del Decenio, la pandemia por COVID-19 puso de manifiesto la urgencia de abordar las persistentes desigualdades estructurales y el racismo sistemático en la salud. La falta de reconocimiento sigue siendo uno de los principales obstáculos que impiden el disfrute pleno y efectivo de los derechos humanos por los afrodescendientes.
El año 2020 supuso también un punto de inflexión en la forma en la que se abordan estas cuestiones a nivel internacional y nacional. El asesinato de George Floyd movilizó a la gente para protestar contra el racismo y la discriminación racial. Asimismo, provocó importantes debates mundiales sobre la justicia racial. El 19 de junio de 2020, el Consejo de Derechos Humanos aprobó la resolución «Promoción y protección de los derechos humanos y las libertades fundamentales de los africanos y los afrodescendientes frente al uso excesivo de la fuerza y otras violaciones de los derechos humanos por los agentes del orden». De conformidad con esta resolución, la Alta Comisionada para los Derechos Humanos presentó al Consejo de Derechos Humanos en su 47º período de sesiones su programa para lograr un cambio transformador en favor de la justicia y la igualdad raciales.
Fuente: https://www.un.org/es