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La costarricense Epsy Campbell: la otra vicepresidenta afro de América Latina

Epsy Campbell Barr fue elegida vicepresidenta de Costa Rica en el 2018 convirtiéndose en la primera mujer afrodescendiente de América continental en llegar a esa posición.  Hoy forma un trio con Kamala Harris (2021) de Estados Unidos y Francia Márquez (2022) de Colombia. Campbell es, a sus 58 años, una política de larga trayectoria, una economista reconocida, una defensora de los derechos humanos de proyección internacional, una de las mujeres más poderosas de América Latina, según la revista Forbes de 2019.

“Me llamo Epsy, como mi abuela, una mujer rural”, escribió en su libro Luchadoras. En él contó cómo a los 10 años viajó desde Jamaica a Costa Rica con su padre Luis, con el encargo de hacer los oficios domésticos para que él, ingeniero de máquinas, trabajara en la construcción de uno de los primeros ferrocarriles del país, el del Atlántico. En la isla se habían quedado su madre Shirley y sus seis hermanos.

La jovencita recién graduada del Colegio Superior de Señoritas en 1980 ya había hecho sus primeros pinitos de feminista en su época de estudiante, y para que no quedara duda, cuando se fue al viaje de graduación compró un bolso enorme con un letrero que decía Never underestimate the power of a woman (Nunca subestimes el poder de una mujer). Desde entonces ese ha sido su mantra, su eslogan, su pancarta política. Pero antes de llegar a ella fue maestra de escuela, agente de viajes, gerente de hotel.

A los 39 años la carrera política era un hecho que se rubricaba con la elección de diputada.  Para ese entonces ya se había graduado en Administración de Negocios, Sociología y Ciencias Políticas en la Universidad de Costa Rica, también en Economía. Y en Madrid había obtenido dos maestrías muy relacionadas con sus aspiraciones políticas.

El Partido Acción Ciudadana (PAC) le abrió las puertas a la militancia. El nuevo partido que había irrumpido en el escenario costarricense acababa de ser fundado en el 2000 por los llamados exliberalicionistas encabezados por Otón Solís, Margarita Penón y Alberto Cañas, con el fin de acabar el bipartidismo desde una posición de centroizquierda.

Dos años después, en el 2002 ella ya había ganado su escaño de diputada, el mismo al que regresaría en el 2014-2018. En el intermedio, la chica de la flauta y el saxofón había escalado todos los peldaños de su partido, lo había liderado cuatro años y había sido dos veces precandidata a la presidencia de la República.

Cuando estaba ocupando su curul de diputada en el 2017, el PAC la llamó para que fuera candidata a la vicepresidencia en la fórmula presidencial de Carlos Alvarado Quedada. El 1 de abril de 2018 lo imposible era realidad. Campbell Barr, mujer y afrodescendiente, fue elegida vicepresidenta de Costa Rica, en un país donde el 80 % de sus habitantes se considera blanco.

Las dificultades aparecieron cuando siendo nombrada ministra de Relaciones Exteriores, se vio enredada en un asunto de presuntos nombramientos irregulares en el ministerio. Fue entonces cuando dijo: “Nada es tan falso como decir que el fantasma del racismo y el sexismo no se siente recorrer entre nosotros, los costarricenses… Dicha efervescencia jurásica tiene, como primer objetivo, seguir martillando a punta de demagogia al gobierno de Carlos Alvarado; el segundo, aprovechar la mínima oportunidad para desacreditar a una mujer negra y de poder que es parte fundamental de este gobierno”.

En las elecciones de este año, abril 2022, el PAC tuvo una estruendosa derrota, después de dos periodos consecutivos, ocho años en la presidencia con Luis Guillermo Solís y Carlos Alvarado. Una reforma fiscal, pandemia, desempleo y pobreza hundieron al partido de gobierno. Su candidato Welmer Ramos apenas si llegó al 1 % de los votos y el partido perdió más de la mitad de los escaños en el senado. Rodrigo Chaves ganó cómodamente la presidencia, y su sucesor en la vicepresidencia fue Stephan Brunner Neibig,

No obstante, los reveses de su partido, Epsy Campell ha probado trascender la política. Se mueve como pez en el agua en los foros internacionales donde se tocan temas como inclusión, participación política y económica de las mujeres afrodescendientes, y el sexismo y racismo que sufren. Ha escrito más de dos decenas entre libros y artículos sobre ellos. Ha tendido puentes con su homóloga de Estados Unidos, la también descendiente de jamaicanos, Kamala Harris, es busca de una agenda común en defensa de las mujeres afrodescendientes víctimas de la exclusión. Y felicitó en grande a Francia Márquez, la recién electa vicepresidencia e Colombia, fórmula de Gustavo Petro Orrego.

Fuente: https://www.las2orillas.co/

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