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Las Cartas de Mande en Kurukan Fuga (Malí), antecedentes de la Declaración Universal de los Derechos Humanos

A finales de 1236, Sundiata Keita, fundador del Imperio Mandinga,  este soberano y su areópago de sabios, reunidos en asamblea en Kurukan Fuga, proclamaron la Carta del Nuevo Manden (CM), que recibe su nombre del territorio de la cuenca alta del río Níger situado hoy de uno y otro lado de la frontera entre Guinea y Malí. Esta carta es una de las constituciones más antiguas del mundo, aunque sólo existe en forma oral. Consta de un preámbulo y siete capítulos en los que se proclaman: la paz social en la diversidad, la inviolabilidad del ser humano, la educación de las personas, la integridad de la patria, la seguridad alimentaria, la abolición de la esclavitud y la libertad de expresión y comercio.

Pese a la desaparición del Imperio Mandinga, las palabras de la Carta y una serie de ritos conexos se siguen transmitiendo de padres a hijos, en forma codificada y oral, dentro de los clanes de la tribu malinké. Para mantener viva esta tradición, todos los años tienen lugar ceremonias conmemorativas de la histórica asamblea en la aldea de Kangaba, adyacente al vasto claro de bosque de Kurukan Fuga que está emplazado actualmente en el territorio del Malí, cerca de su frontera con Guinea. La celebración de estas ceremonias cuenta con el apoyo de las autoridades locales y nacionales del Malí, y en particular con el de las autoridades consuetudinarias para quienes la Carta del Mandén no sólo es una fuente de normas jurídicas, sino también un mensaje de amor, paz y fraternidad que ha perdurado a través de los siglos. Esta carta sigue siendo el cimiento de los valores y tradiciones de las poblaciones interesadas, (UNESCO).

Contendido de la Carta

Universalidad

“Dirigida a todos los oídos del mundo”.

«Dirigida a las doce partes del mundo»

Comunitarismo y solidaridad

“Que cada cual cubra las necesidades de los miembros de su familia”.

Dignidad humana

a.- La vida

“Toda vida es una vida” 

“la esclavitud no es algo bueno (…) “…nadie colocará en adelante la mordaza en la boca de su semejante para ir a venderlo” (…)

“La esencia de la esclavitud se extingue en este día”

b.- Respeto a la mujer

“No ofendas a las mujeres, nuestras madres”

c.- Respeto a los enemigos

“No lo humilles (al enemigo), pues el hacerlo se considera cobardía”

Derechos individuales y colectivos:

 Derecho a la vida: “Una vida no es superior a otra”.

 Derecho a la educación: “La educación de los pequeños recae en el conjunto de la sociedad.

Cualquiera debe cuidar y corregir a los niños”.

Igualdad entre hombre-mujer:

“Las mujeres, además de sus ocupaciones diarias, deben colaborar en todos uestras gestiones”.

Protección del Medio Ambiente:

“está a cargo de preservar los bosques y a sus habitantes para la felicidad de todos” (…) “Antes de prender fuego a un arbusto, no mires la tierra. Levanta tu cabeza y mira a la copa de los árboles”.

Garantía procesales

 Habeas Corpus: “ni posteriormente condenado a muerte por ser hijo de esclavo”

Inmunidad diplomática: “Aceptar una misión a la que te convoquen no es un riesgo”.

Igualdad ante la ley: “Todo el que infrinja estas reglas será castigado. Cada cual está a cargo de velar por su cumplimiento”.

Prescripción de delitos y faltas: “Las mentiras que duren cuarenta años deben considerarse como erdades”.

Deberes

 “Que nadie robe a su vecino”.

“Que nadie cause dolor a su prójimo” .

 “Que nadie martirice a su semejante”.

 “Que cada uno vele por su próximo».

«Que cada uno venere a sus progenitores”.

«Que cada cual eduque como es debido a sus niños”.

 “Que cada cual cubra las necesidades de los miembros de su familia”.

 “Que cada uno vele por el país de sus padres”. «

«Nunca ofendas a los nyaras (mediadores)”.

 “Todos los hombres deben ir a la madre y al padre e la muchacha con que desean casarse y recibir su consentimiento. Se les debe respeto y consideración”.

«Ayudemos s a cualquiera que lo necesite”.

«Respeta la palabra de honor”.

 “Respeta la familia, la amistad y la vecindad”.

 “En el país Mandé no maltrates a los extranjeros”.

 “En las grandes asambleas, mantente satisfecho con tus representantes legítimos y respeta a los demás”.

Esta carta, que ahora puede considerarse un antecedente de las declaraciones sobre derechos humanos realizadas en el siglo XVII en París, y en el siglo XX por la ONU, durante largos siglos fue preservada en la tradición oral del pueblo malinké hasta que en 1998 fue recuperada por tradicionalistas y griots, que la pasaron al papel. .

 Sundiata Keita,  rey fundador del Imperio de Malí nació en 1217 en Niani, la actual Guinea, y era hijo del rey Maghan Kon Fatta, perteneciente al clan de Keita, quien controlaba un pequeño territorio. .

La gran victoria hizo que Sundiata se convirtiera en el rey de reyes, el mansa (emperador) de todos los reinos mandingas y que empezara a ser conocido como Mari Djata (el rey león). Tras ser entronizado, Sundiata trasladó la capital a Kangaba, en la actual Malí.  El Imperio de Malí pasó a ser la segunda gran entidad estatal que nacía en África occidental, tomando el relevo al Imperio de Ghana fundado por los soninkés, cuya capital, Kumbi Saleh, en la actual Mauritania, había caído en 1076 tras nueve años de asedio de las tropas almorávides.  

Patrimonio de la humanidad

La Kurukan Fuga y proclamada de manera oral en 1236, ha sido reconocida en el año 2009 como Patrimonio Inmaterial de la Humanidad por la Unesco debido a los valores que reconoce y que la sitúan como un claro precedente de la Declaración Universal de Derechos Humanos del siglo XX.

¿Qué pasó con Sundiata Keita?

Pudo haber muerto ahogado en el poderoso río Nìger, tras ser herido por una flecha. La leyenda cuenta que Sundiata Keita se convirtió en hipopótamo, que es hoy el animal que simboliza a Malí. Fue el creador de la gran cultura Malí y la elaboración de la Carta de Kurukan Fuga, casi ocho siglos después, sigue siendo inspiración para muchos de los hijos del Mandé.

Fuente: UNESCO: Salvador Garrido Soler, José Narango. Historia General de África/elpaís.com/AiSUR

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