
Bobures y otras poblaciones del Estado Zulia, ubicadas en el borde sur del Lago de Maracaibo, y los pueblos andinos, han mantenido por siglos la devoción a un Santo Negro al cual festejan con chimbangueles, San Benito.
Los chimbangueles son una orquesta de tambores colgantes, expresión tangible de la cultura negroide llegada desde África en tiempos de la esclavitud.
Los españoles, durante la conquista, en la zona sur del lago, desarrollaron plantaciones de caña de azúcar, cacao, tabaco con cuyos productos mantenían relaciones comerciales con México y la península hispánica.
Para ello utilizaron, en primer lugar, la mano de obra indígena sometidos al sistema de encomiendas. Bobures, Gibraltar y otras poblaciones de la subregión, eran, inicialmente, asiento de varios pueblos aborígenes que a la llegada del conquistador fueron forzados al trabajo de la tierra contra el cual reaccionaron oponiendo distintas formas de resistencia, unos huyeron a zonas inaccesibles, otros se enfrentaron militarmente, también hubo quienes optaron por la resistencia pacífica aceptando las condiciones para el cumplimiento de las duras tareas que le eran impuesta.
Estos hechos, sumados a enfermedades desconocidas traídas por el conquistador, y para las cuales sus organismos no tenían desarrollados sistemas defensivos, ocasionó su casi extinción, ante lo cual los hispanos recurrieron a un proceso masivo de importación de esclavos de África.
La presencia negra, según historiadores, traída predominantemente de diferentes pueblos de la costa occidental de África, influyó con su presencia al proceso forzado de mezcla cultural en el que se fusionaron saberes y creencias de los distintos lugares de origen. El resultado, la fusión de las tres culturas indígena, europea y africana. Es así como San Benito, imagen representativa católica europea, adquiere en sus rituales, diversos matíces, siendo muy evidentes las expresiones de la cultura europea y africana.
Cantica, Chocho, Ajé, Misericordia, Sangorongome vaya, Chimbangalero vaya, son voces que muestran vocablos africanos que unidos a la lengua castellana dan significado a los golpes de tambor que se ejecutan durante el recorrido procesional en el que una corte integrada por mayordomo, capitanes, vasallos,etc, se encargan de cumplir roles de gobierno y custodia del santo y su festejo, garantizando una correcta y bien organizada celebración.
Los recorridos con la imagen de San Benito, son acompañados por una batería de diversos tambores. El conjunto instrumental lo constituyen siete membranófonos construidos con madera del árbol conocido como Lano o Balso, esta madera es blanda y liviana que hace mas viable el transporte de los mismos durante el recorrido.
Existe una clasificación basada en sus cualidades timbricas, con la cual los músicos y pobladores distinguen los tambores. Aquellos de registro grave son identificados como tambores «macho», mientras que los agudos son conocidos como tambores «hembra». Los tambores machos llevan la denominación de: Mayor o Arriero, Respondón, Cantante, Medio Golpe o Tamborito. Los tambores hembra son nombrados: Primera requinta, Segunda requinta, Requinta y media.
Basados en la morfología y técnica de construcción y ejecución de estos instrumentos se han establecido comparaciones con otros muy parecidos aun existente en zonas de África de las cuales se supone eran originarios los primeros grupos de esclavos en llegar al continente americano.
Los celebrantes y devotos se reúnen bajo la figura de cofradías que son organizaciones heredadas de la colonia en la cual se establecen y mantienen las normativas, funciones y jerarquías con las cuales es posible el desarrollo de la festividad.
La celebración del Santo Negro se extiende desde los primeros días de octubre y hasta el primero de Enero, sin embargo, es posible observar el chimbanguele en cualquier época del año a manera de pago de promesa.
Fuente: Fundación Bigott