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El elefante y la lluvia. Leyenda africana para niños sobre el egoísmo

En «El elefante y la lluvia», no sólo se habla de lo importante que es el agua para vivir, sino en lo importante que es compartir. El agua es un bien común, no es propiedad de nadie. Por eso hay que cuidarla y repartirla entre todos.

Cuenta la leyenda, que hace mucho pero que muchos años, un elefante dijo a la lluvia:

– Debes de estar muy contenta. Gracias a ti la tierra es verde y tiene árboles y flores. ¿Pero qué pasaría si de pronto comenzara a arrancar todas las plantas?

La lluvia se extrañó, luego se enfureció. Y advirtió al elefante de que dejaría de mandar agua a la Tierra si estropeaba todas las plantas.

Pero el elefante, además de curioso, era muy arrogante, y decidió pisotear la hierba, las flores y las plantas. Derribó los árboles y dejó la tierra desolada.

La lluvia entonces dejó de enviar agua, y la tierra comenzó a secarse.

El elefante comenzó a tener sed. No encontraba agua para beber. El elefante estaba tan sediento, que habló con el gallo. Le pidió que fuera a hablar con la lluvia y le pidiera agua.

La lluvia se conmovió al ver llegar al gallo y mandó agua. Consiguió formar un charco delante de la casa del elefante. El elefante entonces decidió que el charco era sólo suyo y no iba a dejar beber de él a ningún animal. Dejó al gallo de guardián para que nadie se acercara.

Llegaron muchos animales sedientos, pero el gallo les dijo que no podían beber, porque el charco era del elefante y no quería compartirlo. Pero el león se rebeló y dijo que bebería de igual manera. El gallo, que le tenía miedo, se apartó y en vista de que el león bebía del charco, los demás animales decidieron hacer los mismo.

Cuando volvió el elefante, el charco ya no tenía casi agua. Pero lejos de enfadarse, y al escuchar al gallo contar lo sucedido, se dio cuenta de lo sedientos que estaban todos los animales y de lo egoísta que él había sido. Estaba muy arrepentido.

La lluvia, que le escuchó llorar, comprendió de que al fin el elefante había aprendido la lección, y volvió a llevar agua a la tierra. Brotaron plantas, árboles y hierba.

Desde entonces todos los animales saben que deben cuidar las plantas y que el agua es un bien común y muy preciado que deben compartir.

Fuente: Guiainfantil.com

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