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Un día como hoy nació la Negra Matea, maestra del Libertador Simón Bolívar

Imagen: Google

Un día como hoy, 21 de septiembre, en 1773 nació, la Negra Matea Bolívar, quien más que la aya del Libertador Simón Bolívar fue su primera maestra.

Matea Bolívar, hija y nieta de esclavizados –llevaba el apellido de su dueño- nació en hato El Totumo, al sur de San José de Tiznados, estado Guárico, y falleció en en 1886 a la avanzada edad de 112 años, longevidad que causó asombró en sus tiempos.

Matea estuvo viviendo en la hacienda de los Bolívar en San Mateo y también en la casa de María Antonia, hermana del Libertador. Hizo de aya, muy niña, de los Bolívar más pequeños, entre ellos Simón, un tanto menor que ella.

Según ella misma relató, presenció en 1814  el ataque de José Tomás Boves y el sacrificio del Capitán Antonio Ricaurte en la hacienda de San Mateo.

El 28 de octubre de 1876 cuando  se efectuaron las  ceremonias para el traslado de los restos del Libertador desde la Catedral de Caracas hasta el Panteón Nacional,  Matea entró en el recinto junto al entonces Presidente de la República, general Antonio Guzmán Blanco.

Los restos de Matea reposan en la cripta de los Bolívar, en la Catedral de Caracas. Desde marzo de 2008, el Despacho del Viceministro para África del Ministerio del Poder Popular para Relaciones Exteriores a cargo del profesor Reinaldo Bolívar viene desarrollando una campaña para que los restos de Matea e Hipólita sean trasladados al Panteón Nacional, junto a el Libertador, campaña que la Fundación Afroamiga respalda por considerar que estas dos mujeres desempeñaron un papel muy importante en la vida  Simón Bolívar.

A propósito de esta campaña durante una conferencia que dictó el Viceministro en Altagracia de Orituco, estado Guárico, en julio de 2008, refirió que “cuando yo les digo a ustedes que lo enseñaba a caminar, a hablar ¿quién hace eso? Una maestra de preescolar. Por eso nosotros sostenemos que Matea fue la primera maestra informal del Libertador  Simón  Bolívar. Hubo otros grandes, claro, Rodríguez, Bello, el Padre Sanz, todos los demás, pero Matea fue la primera, la que le enseñó sus primeros pasos  y dice la leyenda popular que Bolívar se refirió en 1827, cuando regresó a Caracas,  a sus negras porque las llamaba “mis negras”.  Pregunta por Hipólita: “¿Dónde está Hipólita que me dio de comer? ¿Dónde está Matea que me enseñó mis primeros pasos?” Y siempre estuvieron con Bolívar en las buenas y en las malas”.

Texto: Janite Fuentes

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